lunes, 23 de junio de 2014

La mansión victori-flech del "walk car"


Las casas victorianas fueron construidas entre 1837 y 1901, cuando la reina Victoria estaba en el trono. Sin embargo, algunas personas, entre ellas la propia sociedad victoriana, toman ‘Arquitectura victoriana‘ para abarcar la arquitectura Eduardina, por lo que lleva este período hasta el año 1910.
El auge de la vivienda victoriana y eduardiana está vigente hasta el día de hoy, ya que los suburbios británicos hoy en día son a menudo fuertemente dominados por este estilo, como por ejemplo, esta mansión que encontramos gracias al compañero Flech y que  la bautizo con su nombre en la entrada de este reportaje por ser el su descubridor de esta gran casa victoriana con ribetes modernistas.
Siempre nos gusta contrastar la historia de los lugares que vamos a visitar pero en esta ocasión nos fue imposible.Por internet corre una leyenda que dice que la mansión perteneció a un médico que tenía un hijo enfermo y se dedicó en cuerpo y alma a encontrar remedio a tan rara enfermedad, falleciendo poco después.Sin duda, este Dr. fue muy adinerado a juzgar por la esplendorosa casa que un día fue, seguramente provista de servicio y jardinero.
No subimos a las plantas superiores porque tuve un presentimiento de peligro , ya que está muy ruinosa y fue mejor velar por nuestra seguridad.
Como anécdota y haciendo alusión al título de la entrada, decir que cuando estábamos apoyados en una ventana se me ocurrió poner la app de la oui-ja del móvil por curiosidad y cual fue nuestro asombro que a los tres minutos apareció la frase "walk car" (caminad coche).Inmeditamante y como ya oscurecía hicimos caso al mensaje con mucho asombro y sorpresa.¿Simple casualidad? ¿O algo más?
Para detectar una casa de este período,como esta que nos ocupa podemos observar algunos elementos como:
Estrechas y altas

La mayoría de las casas de estilo victoriano son estrechas, lo que permitió a estas impresionantes bellezas ser construirán en una pequeña cantidad de tierra. A menudo  se construían casas de estilo victoriano cerca de otras, por lo general cerca del centro de la ciudad. Lo que estas casas carecen de ancho lo compensan en altura, una de estilo victoriano típico es de tres pisos de altura.

Escalera

Debido a que el estilo victoriano fue construido para impresionar, complicadas o grandes entradas se construían normalmente. Estas escaleras por lo general conducen a porches adornados con madera torneada o rejas de hierro forjado.

Torres y torreones
Estas exclusivas habitaciones podrían ser estudios, dormitorios o bibliotecas. Le dan a las casas victorianas una sensación castillo y recuerdan las mansiones góticas que inspiraron los diseños victorianos de la época temprana. Debido a que estas casas eran a menudo de tres o cuatro pisos de altura, estas torres pueden ser bastante impresionantes.

Ventanas


Las grandes ventanas, a veces llenas de vidrios de colores o cubiertas con paneles de vidrios de colores, son una característica común en las casas victorianas.


        

Diferentes vistas de la mansión nos dan la bienvenida

 Grandes ventanales con persianas rotas en la fachada oeste
 Restos de capiteles con volutas y guarniciones esparcidos por el suelo

 Puertas y ventanas de otro tiempo esplendoroso

 En esta escalera notamos "algo" que nos dijo "no subáis"
 Columnas en el salón principal
 Esplendor ruinoso y decadente
 Esta puerta es la más entera que nos encontramos
 En la escalera subimos hasta el primer piso pero descendimos rápidamente por un presentimiento de peligro de derrumbe.
 Las ventanas de antes vistas desde dentro.
 En estos lugares siempre están presentes las muñecas descuartizadas
 Detalle de arco de puerta
 Vsita de la estancia principal desde una habitación 
 Detalle de la cerradura
 Columna con sus volutas y hojas de acanto, de estilo neoclásico
 Restos de la cocina  y menaje
 Más columnas esparcidad por el suelo
 La vegetación se adueña del lugar
Detalle de friso y ventanas
¿La  vieja mecedora del Dr?
 Detalle del ala este de la casa
 Detalla de una ventana
 Azulejo en damero azul y blanco de una jaridnera
 Contrapicado de una de las puertas principales
 Detalle exterior de las ventanas del salón-comedor
 Un viejo banco, testigo de pasadas confidencias en el jardin
 Ventanas y frisos, frisos y ventanas
 Detalle de la balaustrada circular del jardin
 Columnas de la balaustrada
¡ Un banco en el jardín entero con su color azulado intacto!

 Restos de la caseta del servicio o del jardinero
 Una barbie en las inmediaciones de la caseta-jardinero/servicio


 Balaustre en la hierba



Detalle de dos  ventanas del segundo piso
  Otra columna muy bien conservada
 Restos de un sillón adamascado
 Más mobiliario esparcido por el exterior
 Detalle de una voluta
 El techo brilla por su ausencia en algunas zonas
 Pasillo que conduce a la estancia principal
Ya oscurece y el walk-car de la oui-ja nos advierte de "algo"
Bonito crepúsculo  de despedida en la mansión victoriana

domingo, 15 de junio de 2014

El Alt Berguedà oculto entre en las sombras del tiempo


Dentro del Camí dels Bons Homes que parte del Santuario de Queralt cerca de Berga, uno puede encontrarse bellos parajes como este. Un pueblo abandonado a la sombra de una roca que funcionaba como abrigo natural de las pocas casas que todavía se vislumbran.

En la actualidad el pueblo está completamente abandonado a su suerte, y salvo una casa que parece actuar como refugio, el resto está en ruinas. Poco o nada queda de ese esplendor del que gozó gracias a los trabajos en la minería.

El lugar también es frecuentado por los amigos de lo oculto, buscando huellas de crímenes sin resolver. Sucesos que en ningún caso se han podido corroborar.

Sus cerca de 1700 metros de altura, lo convierten en uno de los pueblos abandonados más altos de toda la península. Sus gentes debieron de soportar temperaturas extremas en invierno.

Sin duda llegar hasta sus casas es una gran aventura que nos hace adentrarnos en los viejos caminos del Alt Berguedà.


 El Camí del Bons Homes nos invita a hacer una parada en el camino.


Primavera en el Alt Berguedà



Un arco es lo único que queda de este edificio que nos da la bienvenida.



La vieja roca que abriga el pueblo abandonado de Peguera.





Diferentes vistas generales del pueblo, con las nubes amenazando a tormenta.







Los muros del viejo cementerio.




Diferentes estampas del valle y las casas derruidas.




Diferentes edificios muestran unas vistas inmejorables de la montaña.













Estancias interiores y exterior de lo que parece un refugio de montaña. El único edificio que se encuentra en pie y en funcionamiento.

























 Diferentes fotografías de los edificios y el entorno.




Numerosas caídas de agua se pueden ver desde el camino







 Regresamos por el camino en dirección al coche.






Las montañas del Alt Berguedà nos dicen adiós.