domingo, 31 de agosto de 2014

The vineyards mansion

Escondida entre viñedos y los árboles de la carretera, encontramos este lugar inquietante justo cuando tan solo quedaba una hora de luz.

Una masía en medio de la nada y alejada a muchos kilómetros de la población más cercana. El cielo amenazaba tormenta y los truenos no tardaron en sonar. 

Recorrer su entorno y los diferentes edificios que conforman el complejo fue toda una aventura que nos llevó a descubrir toda clase de utensilios y vehículos de épocas pasadas. Un tesoro inexplorado y de difícil ubicación.

 Todo un desafío para todos aquellos exploradores de los lugares abandonados. Un enclave atrapado en el tiempo, que debió servir como bodega y recogida de la vendimia.

Si uno se queda quieto y en silencio dentro de uno de los edificios, puede incluso llegar a imaginar como sería la vida y el trabajo en este lugar.

Os invitamos a traspasar sus muros en busca de sus secretos más preciados.


Los viñedos nos dan la bienvenida


Ya vemos el primer edificio...
Aunque está a pocos metros de una carretera comarcal, resulta difícil verla debido a la vegetación que la rodea.


La masía es lo primero que el visitante puede ver una vez entrado en el recinto.



Unas sillas y un improvisado columpio que a buen seguro es utilizado por los niños (o adolescentes) de la zona.

Más imágenes de un complejo mucho más grande de lo que aparenta en un primer vistazo.
Dentro de uno de los edificios encontramos este viejo tractor,posiblemente de los años 40.

Diferentes puertas completamente invadidas por las ortigas y de difícil acceso.
Restos de maquinaria agrícola muy oxidada por el paso de los años.
Una ventana por la que apenas entra el sol.

Varios almacenes jalonan el camino del complejo.








Edificios donde se fermentaban las uvas. Lugar donde extremamos la seguridad debido a los fosos y las caídas a varios metros de altura.


Otro edificio que pudo albergar las habitaciones de los empleados del lugar.
Un carro que debió transportar más de una vendimia.

Escaleras de acceso al último edificio del complejo (el más interesante...)


Panorámica de la zona donde se ubica la masía.

Diferentes maquinarias vendimiadoras.
















La joya de este emplazamiento, un viejo CITROEN , posiblemente de los años 40.

Encontramos hasta una lancha a pesar de encontrarnos en un terreno sin apenas ríos o lagos                                                                          para utilizarla.







Diferentes fotos de los vehículos y maquinaria y de los hangares donde fueron guardados y nunca más utilizados.


Un viejo urinario con silla incluida (por si uno se lo toma con calma...)

















Las palanganas nunca faltan en estos enclaves de lo pretérito








Restos de un viejo radiocassette

El edificio de las habitaciones del personal.
Curiosas cintas en el suelo con textos en árabe.

La bota: otro de los clásicos dentro de este tipo de edificios.









Enea agujereada.

























El interior de la masía era impracticable, algunas de las fotos las captamos desde las ventanas.


Las caballerizas.

¿Quién nos vigila al otro lado del óculo?



La noche empieza a cernirse sobre el lugar.


Volvemos a la carretera dejando todo en la penumbra y el olvido.